Lo ideal sería imprimir por una cara la foto A y por la parte de atrás la foto B.
Podemos jugar de diferentes formas:
- Se muestra la cara A y después se le enseña la cara B y tiene que descubrir qué ha cambiado.
- Se ponen unas cuantas cartas( las que se estimen según el nivel de los niños) y uno de los jugadores, mientras los demás cierran los ojos, le da la vuelta a una. Los niños tendrán que averiguar cuál de las imágenes ha cambiado.Para jugar a esta modalidad hay que tapar, por ejemplo se me ocurre con un gomet, las letras A y B de todas las tarjetas que usemos para que no se sepa que tarjeta se ha dado la vuelta.
Con este juego trabajamos la atención sostenida,la memoria y percepción visual.
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